★// [ DαяKnesS Kиight Ҳ ] //★

—Fin del caso—Se dijo a si mismo, al parecer su trabajo estaba por revelar la verdad oculta.
Le habían llamado para investigar un caso curioso, se trataba de un matrimonio precoz que empezó a tener conflictos al relacionarse, el resultado a estos conflictos fue que el marido se llevase, sin consentimiento de la mujer, a su hija de escasos 7 meses de nacida.
Ishido, un joven demasiado apuesto de cabellera oscura y ojos del mismo conjunto, le fue aceptado este caso y se encontraba investigando, todos sabían que para tener 24 años y dedicarse a un trabajo suicida, no era nada tonto, consideraban que su índole sobre pasaba sus entendimientos por eso era el detective favorito y el más acudido.
—¿Éstas seguro, que este es el lugar? —Preguntó desconfiando y echando una última mirada a los departamentos de enfrente, alistó su pistola y se alzó apuntando con ella a toda amenaza cerca.
—Estoy seguro señor, lo demás es cargo de ustedes—Ishido que estaba con el respondió, su caso no era nada fácil, pero con una perspicacia logró recolectar los datos que dieron al blanco de su objetivo, el lugar donde se hospedaba.
—Adelante—Consiguió decir el policía con pistola en mano
Casi de inmediato, una tropa detrás, que aguardaba la señal, se disparó con carrera y rodeo el edificio mientras que otro grupo entro en el para hallar al sujeto sospechoso.
Hubo un momento de silencio.
Hasta que uno del grupo asignado, salio con niña en brazos y padre arrestado.
Parecía como monotonía lo siguiente, el caso se solucionaba, le agradecen y todos felices, notaba hace tiempo que su investigación tomaban una cierta melancolía y facilidad, temía que su vocación no le satisficiera la gran proporción que lo llevaba a su aburrimiento. Pero así eran las cosas aquí, no creía que de la nada apareciese un maligno enemigo que lo retara a lo innombrable y lo llevara a hacer cosas increíbles tan solo por alguna ridícula razón.

 —Llegué
Nadie contestó.
Su mansión estaba vacía, siempre le ah gustado ser independiente pero recientemente estaba considerando la idea de conseguir una novia.
¿Qué si era bueno con las chicas?, a todas les importaba su físico y el dinero definitivamente les atraía, aunque las mujeres que venían a él con intensiones modestas, se largaban por el carácter tan serio e incomprensible que tenía.
Nuevamente, subió sin cenar a su habitación, colocó su maleta sobre la mesa de tesis, se quitó la corbata y tomando un libro del estante se echó con flojera a su cama, suspiró sin ganas decidido a abrir el libro para retomar la lectura, cuándo...
—¿De quién es esto?—Notó de inmediato que su separador estaba acompañado junto con una carta, la quitó para verla mejor, no tenía nada escrito fuera de ella, dedujo que era para él, así que la leyó:


Ishido por más que estuviese acostumbrado a tratar con personas así, no pudo evitar sentirse un poco nervioso por tal presentación. Al parecer toda su atención se centro en la carta, algo en ella lo excitaba a seguir leyendo.


Se levantó bruscamente de la cama, se le aceleró el corazón pero al momento logró controlarlo, no pudo comprender como es que de repente llegara toda esta información, se tomó la cabeza para razonar mejor las cosas, especuló que sería lo mejor llamar a la policía, se detuvo al levantar el teléfono, ¿cómo es posible que una persona lo intimidara tan fácil?, además el es un detective podría salir adelante como todas las demás ocasiones.
Regresó a la carta, la inspeccionó otra vez y esta vez encontró algo más escrito:


<< ¿Qué es eso? >> Pensó irónico, ¿acaso el asesino quería una copa de whisky?, la palabra era clara, estaba escrita en la parte inferior izquierda a la vuelta.
Prontamente sintió una idea en su cabeza, descendió al primer piso y con paso veloz llegó al comedor, donde inesperadamente se encontró una copa con agua y justó al lado estaba otra nota
—Me conoce muy bien—Sonrío—No bebo—Por alguna razón no le intimidaba, llevaba unos cuantos meses, casi año, en su oficio y esto era lo que esperaba de tanto tiempo, lo que le impactaba era que ese tal asesino entrara a su casa cuando no estuviese, eso le mataba de quicio, ¿Qué rayos hacia el sistema de alarma tan costoso en esos momentos?
Por fin abrió la nota:

<<¿Alguien inocente…?>> Pensó, estaba bien que fuera él la presa pero que usara carnadas para cazarlo era algo tan vil, ahora consideraba la idea de resignarse y no seguir el juego, mas sin embargo tenía que continuar a tales condiciones
—Bien, un puerto ¿eh?
Se detuvo a pensar, Japón es una isla, poseía muchos puertos, pero exclusivamente donde se encontraba solo existían tres y estaban situados de acuerdo a los puntos cardinales: norte, este y oeste
—¿Cuál de esos tres será el correcto?—Casi con un golpe llevó sus manos a la mesa y al instante el agua de la copa rebotó y una gota calló fuera de ella—agua—Tomó la copa— ¿Un puerto dondé el agua sea de lo mas manejada?—Luego dudó que el agua en la copa le dijera donde estaba la víctima, pero volvió a tener la idea y se impactó al recordarlo, el puerto del oeste conocido como ¨ Misshi ¨ era el mejor en pesca y sus aguas eran perfectas para navegar.
—Si tanto conoces mi vida…sabes como pienso también—Orgulloso bebió el agua de la copa y salió movido por desenmascarar a un asesino, sabía que podía ser una trampa pero le importaba de menos.
Su deseo en esos momentos era tener algo emocionante, lo deseaba demasiado.
En el transcurso del camino, que no era largo, pensaba en su vida. ¿Qué hizo para que el asesino se interesara?, ¿Será porque es famoso en la ciudad? o ¿Por qué estaba creando gloria entre la mafia como detective?, podrían ser muchas las razones por las que lo eligió, considero la opción de que todo esto era una ilusión creada por su mente, pero entonces que hacia en el volante a casi media noche, era absurdo.
—Alcancé mi destino.
Bajó del automóvil, se acomodó el traje y llegó su problema, las puerta de seguridad rodeaban el puerto.
—Entonces las partes difíciles me tocan a mí—Se tronó los dedos y miró la altura de la pared—De algo me servirán las clases de Rapel—Aseguró.

 —Se acerca—Levantó la mirada, la oscuridad no podía dejar ver su aspecto.
Frente y dentro de un almacén, estaba un chico amarrado forzosamente, colgaba con cadenas como muñeco de trapo y se observaba que sosegaba al tratar de desamarrarse
—¿Estas cómodo?—Dotó tres golpes a la puerta de metal para captar su atención—¿Por qué no lo usas?, tendrías mas posibilidades de escapar —
El chico lo avistó, su cabello azul estaba desmarañado, no llevaba camisa y dejaba expuesto su parte superior, en su espalda tenia un signo indescifrable que le abarcaba
—No…—Pronunció con cansancio.
La persona rió mientras cerraba la puerta metálica—No te apresures, el show aún no comienza—Musitó.

 Cayó al piso intacto, Ishido con éxito, trepó el muro que protegía todo el puerto y no sufrió daño alguno, examinó el lugar, la oscuridad le dificultaba pero aun así seguía adelante, nada ni nadie lo tumbaría ahora que esta muy cerca…cerca…¿cerca de qué?.
—Demonios—Recordó que podía estar en el puerto equivocado y no solo eso, lo escrito en la nota decía: ¨ Puerto, Yo y mi amigo, ¨ El rehén ¨ te daremos una bienvenida. ¨ —Acabo de olvidar una alternativa, ¿Qué pasa si la ¨ persona ¨ no es una víctima, si no un aliado del asesino? —Su cara se tornó iracunda e introdujo sus manos a los bolsillos, ahora con suerte estaba quieto bajo la luz que daba un faro—Pft, de igual manera ¿Qué horas son ya?—Sacó su mano izquierda y observó—Las…12:59—Una sonrisita se formo de sus labios, logró notar la presencia del asesino
—Buenas noches joven Ishido…
Ishido que oyó aquella voz, volvió a observar el reloj—Incorrecto, es la 1:00 de la mañana—Alzó su muñeca junto con el reloj
—Discúlpeme—Empezó a reír maniáticamente, se detuvo en seco—Tal vez un Buenos días, ¿Tuvo una placentera pesadilla?, sea mas de su agrado—
Ishido volteó arriba tratando de encontrar al dueño de la voz, efectivamente lo encontró, estaba apoyado cómodamente en el barandal del faro, ambos se quedaron viendo en total silencio.
El asesino no tenía aspecto de serlo, en su rostro se plasmaba una sonrisa felina, su cabello se alzaba con el viento, era largo, castaño y lo tenía amarrado, sus ojos negros se adornaban con unos lentes y al parecer era una persona mayor.
— ¿Tu eres Thread?—Lo apuntó mientras levantaba una ceja
— ¡Sii!—Objetó animado—Yo soy tu peor pesadilla—Se hizo percibir e hizo más notoria su sonrisa gatuna
—¿El asesino?—Volvió a preguntar
—¡Sii!… —Se quedó en la misma posición anterior
Ishido no sabía que decir, le esperaba ver a una persona con sed de venganza o muerte, no a un hombre demasiado normal…
—Que comience el Show—
— ¿Eh?—En un abrir y cerrar de ojos, el asesino se encontraba a su lado—¿Qué demo…—Saltó de la impresión y en guardia giró todo su cuerpo contra el maniático
—Dime, ¿pensaste en lo que te deje escrito?—Se contuvo e inmovilizo su cuerpo
—Si me hablas de ser tu sucesor, ¡estás loco! —Lo resistió
—¿Y ser mi sirviente?...
Pero Ishido no se retiró de lo dicho.
Thread suprimió toda aquellas sonrisa y cubrió sus ojos en señal de desagrado, suspiró—No quería hacer esto por las malas…—Con una tremenda agilidad sujetó con la mano izquierda el brazo derecho de Ishido, lo apretó pero antes de que él segundo pudiera quejarse, miles de chispas rojas brotaron y la manga que cubría su brazo reventó en pedazos de tela.
Ahora Ishido si se quejaba, el brazo le ardía y el asesino reía nuevamente mientras dejaba de sujetarlo
—Espero que algún día me agradezcas lo que hice—Veía a su presa hincada aun quejándose del acto anterior, extendió su mano izquierda frente a los ojos de la victima
Ishido lo podía ver, claramente en la palma de su mano se apreciaba una marca que brillaba y casi al mismo tiempo ese brillo decayó hasta desaparecer


 —No puedo morir…—Estamos dentro del almacén y aquel chico de cabellos azules—Tengo que romper mi promesa—Sus manos atadas con fuertes cadenas empezaron a oxidarse y tornar un color azul, repentinamente estas tronaron y cayeron al suelo junto al muchacho.
Permaneció unos instantes en el piso para luego obtener una impulso y levantarse

 —¿Qué eres? —La pupila se le dilató, nunca había visto algo así
—Soy una persona igual que tú—Retiró su mano, y volvió su sonrisa felina a plasmársele en el rostro
Estaba confundido, ¿Qué cosa era el?, ¿Cómo que iguales?, explícate….explícate….
—¡EXPLICATE! —No podía aguantar, estaba desesperado y si no fuera poco, el brazo le dolía
Y ardía asimilando al fuego del infierno—Demonios…—Giró sus ojos hacía su brazo y los abrió como plato al encontrarse un extraño símbolo abarcándolo
—Este es el único Show, nuestro primer capitulo esta por terminar—Dio media vuelta dispuesto a salir
del acto, él pensaba que ya todo estaba terminado pero la escena de Ishido aun continuaba.
El dolor lo torturaba mas la desesperación de ser inservible lo controló
—¡Ven acá bastardo! —Una pequeña flama se formó en toda su mano derecha y en un arranque indicó
al asesino y esa pequeña flama salio disparada contra él, pero como dije: era pequeña y no le provocó
daño, Ishido era el impactado a ver lo que logro conseguir hacer.
La flama quedó implantada en la capucha de Thread, con su mano izquierda, arrebató una pizca de lo que se extinguía y en su mano la reanimo haciendo una flama enorme.
—Oficialmente, El Show acabó—Lanzó la enorme esfera caliente a Ishido…

—¡No!—La sombra de una persona se atravesó—¡No te acercaras más!—Se ubicó frente de Ishido
y como una barrera, toda la esfera se impacto en su cuerpo, las llamas se extinguieron en cuanto una sustancia azul se desprendió.
El fuego ceso, se podía oír opresiones de esfuerzos
—¿Éstas bien? —Aproximadamente con un grito, Ishido miro mejor al muchacho que lo protegió—¡Niño
Respóndeme!—Pero no respondió, se tambaleó y antes de caer Ishido consiguió sujetarlo y tomarlo
—Jja jja jja jja jja…—Se arrimó con pasos lentos, se inclinó para ver a Ishido a los ojos y cuando lo hizo,
pronunció—La pesadilla continúa, Él será todas las pistas que necesites—Y echando otra
burla retomo su trayectoria y se desvaneció.
Estaba hecho una furia, trono los dientes—¡Mal-Maldición!—

 Ishido cuidadosamente se colocaba una chamarra que cubría sus brazos, lo de ayer no fue un
cuento, la marca se implantó claramente en su brazo derecho, que ardía aún. No pudo dormir bien toda la noche, apenas amanecía y tenía que ver al nuevo huésped apodado por el ¨ Pequeño renacuajo ¨, trató de despertarlo desde la noche anterior pero se notaba que había usado mucha energía que nunca
respondió a todos los llamados.
—¿Ya despertaste? —El panorama era tan diferente, estaba rodeado de unas paredes color café,
a su lado estaba una ventana enorme
—¿Dónde estoy? —Se preguntó, agitando su cabeza y sus cabellos azules
—En mi mansión—Ishido estaba recargado en el marco de la puerta y sostenía una taza de café—Después de que te desmayaras, tuve que sacarte del puerto—Saboreó un trago del café
—Aquél sujeto, ¿A dónde fue? —Alterado miró a todas direcciones
—¿Cómo te lamas? —Empezó a preguntar acercándose a la cama donde se encontraba acostado el
muchacho
Él chico de cabellos azules le vio seriamente, de sus ojos brotaron una lagrimas—¡Gracias!—Saltó de
la cama y se aferró a Ishido como niño pequeño
Este se sorprendió—Basta, basta—Trató de quitarlo
—Me llamo Hi Mihiayami, aquel sujeto me tenía preso—Se arrodilló y dio gracias—Pero no debo estar
Aquí…—Examinó lo que tenía puesto, sus prendas no eran las mismas—¡aaaaaah… Esta…no es mi ropa! —Volteó a Ishido buscando una respuesta
—Ahora dime, ¿Qué es esto? —Se quitó la chamarra que traía puesta y le mostró su brazo que lucía
marcas como de tatuaje
Hi se quedó atónito y con la boca entre abierta—Tengo que irme—Pidió a Ishido que se moviera para
dejarlo salir de la habitación, pero este colocó el brazo e impidió cualquier escape
—Sabes que es, ¿verdad? —Aseguró para mirarlo y observar todo su rostro—No sabes mentir—
Hi se asentó y se resigno a no hacer nada—Nosotros le llamamos Kasehiu—

No entendía del todo pero el chico sabía algo que el no, ¿Qué les parece?, Un asesino esta tras su
captura y sabrá Dios que rayos se trae entre manos. La única pista o conocimiento que tiene es el
pequeño renacuajo que le salvó la vida, todo iba excelente…

—¡Pequeño renacuajo!—Se encontraba cocinándole algo al enano cuándo dejo todo al oír la puerta de
entrada abrirse—¿Se escapó? —Una venita brotó en su cabeza, estaba buscando al chico y no lo
encontraba.